jueves, 29 de septiembre de 2011

1/2 de mutuo acuerdo, por favor.

-¿Decías?-
-¿Eh? No he dicho nada.-
-Sí, eso me pareció.


Y la llamas perdida por no encontrarse, pese a que se busque. Te encontró a ti, como un perro tirado en el asfalto, sin correa. Y bien falta que te hacía.
Aplastaste tus mejillas en su pecho, deslizando las malas intenciones por el regazo. Pero te avergüenzas. Encima eres  el que se avergüenza.
Golpeé tu ventanilla del coche .¡Toc, toc, toc!- únicamente para gritarte ¡Triste!. Y me quedé más ancha que larga.
No hiciste caso. Y a lo tuyo. Exprimiéndole la paciencia, arañando en la herida, y carcajeando de forma sonora. Ruidosa, casi. Pero ello siguió allí. Excusándose con un "Le quiero". Aunque ese sentimiento era sólo 1/2 de la relación. Faltaba su parte.
Y de la tuya sobraba más de la mitad.
El dolor es instantáneo, pero el sufrimiento se te hará eterno.


No es que ella esté vacía por dentro. Es que la absorbiste por completo. Cabrón.


Agradecimientos a Males.
Aunque no me resulte algo
por lo que sentirme orgullosa.

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